Chungayo era una fiesta
CHUNGAYO ERA UNA FIESTA Saúl Castillo Peña Inicios de los años sesenta. La capilla del caserío no tenía la torre que luce actualmente. La fiesta patronal se celebraba durante dos días de la segunda semana de octubre. El primer día estaba dedicado a la Virgen del Carmen, y el segundo, que era la fecha principal, al Señor Cautivo, patrón de Chungayo. Desde una semana antes el apacible caserío se iba transformando en un lugar de mucha actividad y bullicio, a medida que iban llegando los mercachifles y los vendedores de dulces y refrescos; quienes iban ocupando los corredores donde pernoctaban junto a sus pertenencias. Luego arribaban “Las Chalacas”, formidables cocineras procedentes del que entonces llamábamos el “pueblo de Santo Domingo”, ahora ya una ciudad. Ellas ocupaban parte de la calle, donde instalaban sus cocinas y el menaje culinario que hacían las delicias de los asistentes,